Haiman El Troudi: Los Jardines Colgantes, vergel en plena ciudad

Babilonia, además de poseer unas impresionantes murallas y la mítica Torre de Babel, se destacó por la maravilla de la construcción de los Jardines Colgantes

Su historia nos llega de los griegos como Berossus Diodorus Siculus, aun hoy se recolectan evidencias para saber sobre su localización, sistema de irrigación y de cómo eran originalmente.

Los Jardines Colgantes de Babilonia fueron construidos en el siglo VI a. C. por el rey Nabucodonosor II en Babilonia, a orillas del río Éufrates en Mesopotamia en el actual Irak y destruidos por un incendio provocado por el rey Evemero cuando conquisto Babilonia.

Este aparente monte cubierto de exuberante vegetación fue construido por el rey como muestra de amor hacia su esposa Amytis para mitigar la nostalgia que ella sentía de las tierras fértiles y frondosas de la que era originaria.

Nabucodonosor el Grande, fue el gobernante más conocido de la dinastía caldea de Babilonia por las conquistas realizadas y por su monumental actividad constructora en Babilonia.

Este vergel en plena ciudad construido con rocas para simular montañas fue construido en una base de piedra de unos 120 metros cuadrados con varías terrazas escalonadas que se elevaban hasta 50 codos, lo que corresponde aproximadamente a 24 metros, de allí que se denominen de colgantes.

Los materiales utilizados fueron grandes piedras, pues los ladrillos no resisten la humedad.

Para construir las terrazas escalonadas se edificó un complicado sistema de irrigación con una máquina semejante a una noria, máquina hidráulica en forma de rueda que se emplea para extraer agua de un curso, que transportara el agua desde un pozo para elevarla y poder regar los jardines.

En estos jardines se plantaban palmeras y árboles frutales, como el dátil y los cocos que regaban con las aguas traídas desde las orillas del río Éufrates en las faldas de la montaña.

La herencia de la construcción babilónica cuenta con obras de casas construidas con gruesas paredes de adobe o ladrillos para combatir temperaturas extremas. Los muros anchos son, en simultáneo, aislantes y acumuladores de calor. Aún en la actualidad, en ciertas regiones de Irán e Irak se emplean torres eólicas para ventilar y refrescar toda la vivienda.

Haiman El Troudi comenta que estas son ciudades que han crecido al abrigo de una energía barata y natural, que muestran el valor de las lecciones de ingeniería de nuestros antepasados.

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