Haiman El Troudi: La Esquina de Angelitos y el Centauro de Las Queseras

La Esquina de Angelitos está a dos cuadras en dirección al poniente de la Plaza O’leari, en la Parroquia San Juan.

Los visitantes que busquen en su arquitectura figuras de Angelitos esculpidas o pintadas se llevaran una gran desilusión.

En la Esquina de Angelitos no hay querubines, sin embargo el plano de Caracas de Jesurún, en 1843, le da el nombre de los Angelitos de la Pilita, siendo posible que en sus inmediaciones existiera una fuente decorada con estas imágenes.

Otra hipótesis es la que cuenta el costumbrista Lucas Manzano, que esta esquina se relaciona con una leyenda asociada al Presidente Páez, que cuando se encontraba con una mujer casada ordenaba a sus militares que lo protegieran, la presencia de los guardianes con la misión de defender a su jefe, motivó a la chanza caraqueña del mote de los Angelitos.

Nombre que se también se puede relacionar a Diego Antonio Díez Madroñero quien cursó la carrera eclesiástica en España ejerciendo destacados cargos en la archidiócesis de Toledo, nombrado por Benedicto XIV obispo de Caracas.

Diez Madroñero ejerció su apostolado en una época controversial, en que la iglesia y la política colonial vivieron la expulsión de los jesuitas en 1767 y el enfrentamiento emancipador, momento cruento de la historia nacional.

Así, el nombre de esta esquina tendrá su origen probablemente de los tiempos del Obispo Díez Mandroñero o en la picaresca historia de que aquel lugar de la ciudad localizado en un despoblado en 1830, cuyo dueño tenía fama de hombre que cobraba las ofensas en su honor, nombre dado a los colaboradores que despejaban el campo al General Páez.

Haiman El Troudi concluye que, en definitiva, es una esquina muy original y con cuño popular, que manifiesta una vez más el humor característico del caraqueño, asociación realizada entre los ángeles, seres sobrenaturales, que asisten y protegen a los hombres a los guardianes del Centauro de Las Queseras.