Haiman El Troudi: La altura busca la estabilidad en la profundidad

Los cimientos son la estabilidad de la edificación que por veces requiere soluciones creativas e innovadoras de la ingeniería.

Para la construcción estable de una edificación se deben considerar diversos aspectos desde los planos que se distribuyen en los de arquitectura, de estructuras, de instalaciones eléctricas y de instalaciones sanitarias; pasando por el empleo de los especialistas calificados como el maestro de obra, operarios, peones y los oficiales hasta los materiales de calidad como el hierro, cemento, piedra, arena gruesa y fina, hormigón, ladrillos, agua, hasta la construcción de los cimientos, muros, columnas, vigas y techos.

Si existe algo fundamental y básico aunque suene redundante son los cimientos de una construcción. El cimiento soporta toda la superestructura y le ofrece estabilidad a la edificación.

Para su fabricación es imprescindible considerar las medidas y peso de la edificación, así como el tipo de suelo donde se realizará. La elección del tipo de cimiento depende de la fortaleza de la roca y del suelo, si soportan la magnitud de las cargas estructurales y la profundidad del nivel de las aguas subterráneas.
Los tipos de cimientos son el profundo y el superficial. 

El profundo se adentra en el terreno porque este no ofrece resistencia para soportar una construcción alta o con dimensiones considerables. El superficial es el más barato y se realiza para construcciones menores como puede ser una casa de una planta.

Así, por ejemplo para la construcción de los rascacielos, los ingenieros suelen enfrentar muchos retos en cuanto a los cimientos, soluciones que encuentran bajo los pies, o sea en una base resistente que soporte toda la presión  verticalCuanto más alto o mayores sean las dimensiones de la edificación, mayores deberán ser sus cimientos.


Por ejemplo el Shard de 95 pisos en Londres necesitó un conjunto de columnas hasta los 53 metros de profundidad para fijarse en la arena dura. Otro desafío fue el de el Burj Khalifa, el rascacielos más alto del mundo, en Dubái, en cuyo subsuelo corría agua salada enormemente corrosiva y los ingenieros utilizaron un tipo especial de cemento impermeable, más una protección denominada de catódica (adición de otro metal al cemento) para proteger el acero del deterioro.

Haiman El Troudi destaca que diversos retos de ingeniería son necesarios para fundar los cimientos, desde cavar capas y capas de arena y barro, hasta alcanzar roca sólida o buscar solución al agua que corre bajo la superficie, todas soluciones creativas de la ingeniería. 

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