Haiman El Troudi: La Cota Mil o Avenida Boyacá

En el último decenio del período del gobierno del general Juan Vicente Gómez, el crecimiento de Caracas da lugar a la aparición de urbanizaciones hacia el este y desarrollo de núcleos urbanos.

En el régimen del general Eleazar López Contreras, se llamo a la atención de la necesidad de ordenar el crecimiento urbano. Así, en 1938 se firma un contrato para formar un plan monumental de Caracas, plano regulador de la ciudad.

Entre los elegidos, Prost, hombre de fama en el reordenamiento y ornato de otras ciudades así como Lambert y Rotival.

De diversos estudios urbanísticos dio lugar, primero, a la Cota 905, y mucho más tarde a la Cota Mil. Los urbanizadores de San Bernardino le dieron este nombre a adelantándose a la gran obra oficial, a su avenida más elevada, continuación de la Juan Germán Roscio.

El Gobierno trabaja activamente en el plan de la Cota Mil en 1951, intensificando los estudios y levantamientos que prevenían que se extremase las previsiones sobre la conservación del Ávila, así como se declarara Parque Nacional a sus serranías, en sus vertientes norte y sur, incluyendo el Pico Naiguatá.

Construidos la Cota 905 (1953) y el Teleférico del Ávila (1956) ansiándose la avenida de la Cota Mil, cuyo proyecto marchaba lentamente, de allí que la Comisión Asesora de Ornato y Mejoramiento de Caracas, acordó en 1958, proceder a la ejecución de esta obra de vialidad proyectadas.

Esta obra de vialidad alivió, conforme lo previsto, al congestionamiento del tránsito citadino. El papel preponderante en la ejecución de este trabajo fue de Luís Olivares.

El último tramo construido, corresponde al sector que une San Bernardino con la avenida Baralt, facilidad que permite el acceso al viejo casco de la ciudad, desde las lejanas urbanizaciones del este, con una rapidez admirable. Igual ocurre con el desplazamiento en sentido contrario.

Haiman El Troudi añade que la Cota Mil forma un cinturón de concreto y acero que pone límite a quienes pretenden construir en las faldas de la serranía, y en segundo término hace las funciones de un amplio y extenso primer contrafuego que juega papel decisivo en la conservación del Parque Nacional del Ávila, de la cual en su límite natural hacia el sur. Este importante puesto que ocupa la Cota Mil en la conservación del cerro, barrera contra el ataque del fuego.