Haiman El Troudi: Veroes: antes, durante y después de la Compañía de Guipuzcoana

La esquina de Veroes, un nombre originado de un apellido vasco que llegó al país antes de la formación de la Compañía de Guipuzcoana. Este nombre viene de los primeros vascos que entraron por la ciudad de Coro.

Su nombre se debe al sargento mayor alférez Antonio de Verois en 1682. 

El primer Verois caraqueño fue Don Nicolás Antonio, inscrito en el Seminario de Santa Rosa en 1709, pues en Coro no habían colegios superiores; de allí, la opción de mudanza para Caracas e instalación de la familia Verois en la capital del país.

Ya existían las casas del conde de San Javier y el convento de las Carmelitas, en aquélla época próspera debido a la inauguración de la Compañía Guipuzcoana. Los vascos, sus principales motivadores, promovieron el desarrollo de la agricultura con gran variedad de cultivos transformando el aspecto geográfico y, principalmente, la economía de Caracas.

En este contexto de desarrollo económico los miembros de la familia verois adquieren sus casas en esta esquina, que se llamó por ellos Verois y que el uso transformó en la palabra Veroes.

La laboriosa estirpe vascongada siguió sus actividades agrícolas aún después del desaparecimiento de la Compañía Guipuzcoana, pues José Antonio Verois, descendiente del procurador, producía azúcar y papelón en sus trapiches de Guarenas y Guatire, a fines del siglo XVIII; en gran cantidad suficiente para consumo interno y exportación.

La primera institución construida en esta esquina fue un colegio administrado por la Compañía de Jesús, en el año 1766, escuela extinta por órdenes del rey Carlos III de España.

A partir de esa fecha, y hasta el año 1893, el lugar estuvo destinado a cumplir distintos fines, a saber: edificación que sirvió como cuartel militar, sede de la Casa Real de la Moneda, volvió a ser escuela como desde del colegio de Juan Vicente González, denominado "El Salvador del Mundo" y la unidad educativa Santa María.

Y es a partir del año 1997, después de su restauración que la casa se convirtió en un Centro de Estudios e Investigación histórica que abrió en 2001. 

Haiman El Troudi señala que este Centro de Estudios posee una de las bibliotecas más grandes y completas de todo el país, utilizada por muchos estudiantes y visitantes. Casona con exuberantes jardines y el Café Casa Veroes.

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